viernes, 14 de septiembre de 2007

LA ADOLESCENCIA Y SUS PROBLEMAS

Pocas veces - por decir nunca - habrá suscitado tanta atención y tantas preocupaciones el problema de la "adolescencia", cómo en estos últimos años. Después de largo tiempo de ser, a lo sumo, un tema de interés pasajero y casi puramente académico, la adolescencia se ha convertido en una de las cuestiones capitales de política social y política de salud, que llena de dudas el ánimo de los padres,los maestros,los legisladores,....y, los mismos adolescentes.No es fácil explicar con precisión las razones de ese cambio de actitud, pero si pueden sentarse algunas afirmaciones generales acerca del mundo que rodea a los adolescentes y acerca de los papeles que la sociedad espera que éstos desempeñen en ese mundo particular.Estas afirmaciones pueden servir de "telón de fondo", para empezar a situar el problema de la adolescencia en su justa perspectiva. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la noción de adolescencia es, como decían los filósofos medievales: "un artefacto", es decir, una pura fabricación social. En otras palabras: La adolescencia, como la edad madura ó la vejez es un simple concepto integrado por expectativas sociales que, a su vez, se fundan en un sinnúmero de premisas relacionadas con valores, tradiciones, y otros factores que cambian con el tiempo y con las condiciones culturales y económicas. Sabemos, por ejemplo, que en los escritos de los primeros pensadores griegos hay penetrantes observaciones sobre los cambios corporales ó intelectuales característicos de esta fase de la vida, pero no sabemos con certeza si el concepto que ahora tenemos de la adolescencia es el mismo que se tenía en otras épocas y en otras sociedades.Hay que saber, por lo tanto, que cuando uno usa el término "adolescencia"!, aludimos a un período bastante impreciso de la vida, cuya delimitación se ajusta en parte, a criterios comúnes que trascienden las fronteras culturales, pero admite variaciones bastante grandes. Es inevitable,por ejemplo,que haya diferencias significativas a este respecto entre los sistemas sociales que solemos calificar de "industrializados", ó "desarrollados" y los que todavía no han superado la fase de acceso a la industrialización. Incluso en el interior de un mismo país,los límites precisos de lo9 que se llama "adolescencia" no son los mismos en el medio urbano y en las zonas rurales. Pero, aún,con las salvedades antedichas, hay algunos factores básicos que caracterizan a la adolescencia en todas las culturas y que configuran en una buena parte la idea que se hacen los adolescentes de su entorno social y las respuestas que de él, reciben. Los procesos de maduración y siguen una trayectoria bastante invariable. Quiere decir eso que,el " estirón", repentino, impresionante y hasta algo traumatizante desde el punto de vista psicológico, por sus posibles consecuencias de retraimiento,vergüenza y temores infundados, se produce en niños cada vez menores. Las necesidades afectivas é intelectuales que acarrea este desarrollo acelerado pueden sobrevenir en un momento en que el entorno social inmediato del niño,la familia, y la escuela,no esté preparado para, atenderlas,ó no reuna condiciones para hacerlo. Otro problema de orden general es el de la "identidad". Los adolescentes,como todo el mundo, se hacen una idea de si mismos a partir de las percepciones que reciben de su medio y sus pautas de conducta dependen de las personas que los rodean, de lo que éstas les dicen sobre la manera adecuada de reaccionar a éste ó el otro impulso, de la forma que tienen que tratarlos y de lo que hacen ó no hacen para ayudarlos a adaptarse a sus nuevas condiciones de vida.Pero más que en ninguna otra época de la vida, la busqueda de la propia identidad plantea en la adolescencia un problema crítico, no sólo porque la adolescencia abre una nueva etapa en la relación del individuo con el mundo y representa la primera transición brusca a un nuevo estatuto social, sino también porqué va acompañado de cambios fisiológicos y psicológicos aparatosos y a veces difícil. A ésta edad, empiezan a cambiar las relaciones con los padres y el adolescente ha de empezar a asumir responsabilidades que nunca había tenido: la responsabilidad de su propio bienestar, la de sus relaciones extrafamiliares. En este proceso de transferencia de responsabilidades,el adolescente ha de formarse una idea clara de su propia identidad,del tipo de amistades que le interesa y del rumbo que desea imprimir a su vida futura. Ninguna de esas decisiones es fácil de tomar y para no quedar sumido en la más completa desorientación, el adolescente tiene que echar mano de los modelos de conducta y de personalidad que su entorno le ofrece. Tradicionalmente era la familia la que presentaba al adolescente muchos de esos modelos é incluso la que se determinaba hasta cierto punto su elección de uno ó de otro, según las necesidades sociales ó familiares del momento. Pero en el mundo contemporáneo, la familia ha tenido que desprenderse de buena parte de la responsabilidad de "socializar", y orientar a los jóvenes y esas funciones han sido asumidas por los sistemas de educación que, desgraciadamente adoptan con frecuencia criterios demasiado teóricos é incluso idealistas y que no siempre aciertan a dar la orientación social necesaria, ni siquiera, a adaptar su misión educativa a las necesidades impuestas por la evolución de ls sociedades. Por último lo que quiero significar que si el adolescente no tiene en este período de transición, un apoyo afectivo de sus padres ó estos no se preocupen por él, escuchando atentamente sus problemas, orientarlo debidamente., este buscará". por medio de lo que denomino:"Fenómeno de Rebeldía", otros rumbos, que lo llevarán a cometer hechos que sí preocuparán a sus padres y es entonces que será demasiado "tarde", para que estos puedan volver a encarrilar a éste adolescente "descarriado" a tomar el buen camino de la difícil etapa por la cual está atravezando para que no caiga en la tela-araña del: "uso indebido de drogas".